Origen de Lazana

el más grande

Tipo de leche:

Cruda de Vaca

Tipología:

Pasta blanca

Maduración:

al menos 90 días

Intensidad:

Media-alta

Curación:

Enzimática

Peso neto:

5 kg (aprox.)

placer que mejora
con el tiempo

placer que mejora con el tiempo

Origen de Lazana es una joya que no puedes dejar pasar. De espíritu asturiano y con una textura semiblanda y cremosa, ofrece un carácter propio marcado por notas de nata, mantequilla cruda y un equilibrio perfecto entre acidez elegante, aromas lácteos y herbáceos, y sutiles matices animales.

 

Su corteza, totalmente comestible, refuerza el sabor final con notas fúngicas, ligeramente amargas y especiadas que recuerdan a la pimienta.

Tan versátil como delicioso, su maridaje es un acierto con blancos frescos y aromáticos. Ideal para realzar ensaladas, gratinados o acompañar frutos secos.

Notas de cata

Un aroma que invita

Al acercarlo, se sienten notas frescas a setas, champiñón y campo húmedo, mezcladas con el toque lácteo de la mantequilla y la nata. Un olor que se vuelve más intenso y profundo con el paso de los días.

Suave y cremoso

Al probarlo, se siente el equilibrio perfecto entre elasticidad y suavidad. Se funde lentamente, dejando esa sensación envolvente que solo tienen los quesos bien afinados.

Sabor con personalidad

Primero notas dulces de yogur y mantequilla, luego toques herbáceos, y al final un guiño de frutos secos. Joven es tierno y lácteo; con la maduración, se vuelve más intenso y atrevido.

Cómo disfrutarlo

Pruébalo con panes suaves, frutos secos. Si es joven, marida de maravilla con un Gewürztraminer o un Riesling bien frío. Si ya tiene más maduración, atrévete con un Chardonnay con cuerpo o un Sauvignon Blanc.

El tiempo perfecto

Este queso tiene su propio ritmo: joven es amable y delicado, en su punto medio es pura cremosidad, y con más maduración se vuelve profundo y emocionante. Disfrútalo en cada etapa.

Un pequeño secreto

Déjalo respirar fuera del frigorífico un par de horas antes de servirlo. Así mostrará todo su aroma y textura cremosa. Es un queso vivo, que sigue evolucionando con el tiempo y pocos resisten tanto sin acabárselo antes